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El sector turístico y el bitcoin

Esta "primera moneda digital descentralizada" comenzó como una moneda de ahorro alternativa fuera de las regulaciones de la autoridad monetaria, para luego expandirse como medio de pago cada vez más aceptado globalmente.

Por Gabriel Holand, autor de "Invertir y ganar es posible (aunque nadie dijo que fuera fácil)".


Las novedades tecnológicas, sobre todo si tienen fuerte incidencia en el bolsillo, requieren de cierto tiempo para ganarse la confianza del usuario. Y ello le cabe también a los bitcoins que, en su momento, empezaron como una moneda de ahorro alternativa fuera de las regulaciones de la autoridad monetaria, para luego expandirse como medio de pago cada vez más aceptado globalmente.
Esta "primera moneda digital descentralizada" fue lanzada en 2009 por un anónimo o grupo de anónimos, conocidos por el seudónimo Satoshi Nakamoto. Su precio se determina sólo por la especulación de los intercambios alrededor del mundo, sin ataduras a ningún activo real. A su vez, existe solamente en "la nube"; es decir, no tiene soporte alguno en papel o metal con el que se puedan hacer transacciones en esta moneda.
A diferencia de las divisas tradicionales emitidas por los bancos centrales, no posee una autoridad monetaria centralizada. En cambio, cuenta con el apoyo de una red de computadoras de colega a colega, armada por las máquinas de sus usuarios.
En sitios como Bit Pagos, Cheapair, bitcointravel.com, entre otros, puede verse la amplia oferta de múltiples productos y servicios que incluyen hoteles y restaurantes de todo el mundo. Parece que, poco a poco, el uso de bitcoin como medio de pago se expande sin respetar fronteras. Incluso hace tiempo circulan ya las tarjetas de débito de marcas globales líderes que permiten abonar los consumos en dicha moneda.
Así la moneda virtual se expande por el mundo como medio de pago en hotelería y restaurantes, de manera tal que, por ejemplo, el sitio www.coindesk.com ofrece más de 200 mil alternativas de hospedaje alrededor del planeta que se pueden abonar en esa moneda virtual.
Los bitcoins pueden ser comprados y vendidos a cambio de monedas tradicionales; transferidos directamente a través de Internet desde un usuario a otro usando el software apropiado, o utilizados para abonar algunos (pocos) servicios de Internet que lo tienen como alternativa de pago.
Todo esto convierte al bitcoin en una moneda potencialmente atractiva para realizar transacciones internacionales, sin tener que lidiar con gastos bancarios o tasas de conversión. Basta pensar en el flujo de turistas extranjeros que arriban a nuestro país, entre los cuales el uso de la divisa electrónica parece creciente.
En definitiva, es un medio de pago más que, algún día, los comercios podrán incorporar masivamente a su posnet.
Y como el bitcoin trae un mayor flujo de clientes, seguramente también continuará su expansión en nuestro país, con el marco normativo y legal necesario.

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