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De la piscina climatizada al circuito hídrico

Innovar e incursionar en nuevas instalaciones y prestaciones, e incorporarlas al menú de servicios y tratamientos del spa, es una de las fórmulas más efectivas de lograr la fidelidad de los clientes.

Sabemos que sin la presencia del agua y su aplicación mediante temperaturas, humedades relativas y diferentes grados de presión no tendremos un spa sino un centro de estética, o solamente un área de masajes.

La pregunta que se impone es: ¿cómo deberían ser las instalaciones de un circuito hídrico? ¿Puedo llamar circuito hídrico a una zona del spa si sólo instalo un hidromasaje o jacuzzi?

Si se dispone de aguas termales o mineromedicinales, o de agua de mar, sin dudas potenciar sus efectos a través de una serie específica de aplicaciones le otorgará al spa un valor agregado, que debería incrementar con creces los beneficios económicos y la rentabilidad del spa. Pero no siempre el propietario maneja la información suficiente como para saber aprovecharlo, y más de una vez se gasta bastante dinero en armar cascadas y fuentes ornamentales dentro del spa, que contribuyen a la estética pero aportan muy poco a los beneficios terapéuticos que allí se pueden obtener.

Informarse con profesionales del rubro pude ayudar a optimizar esas inversiones, y así transformar una piscina climatizada común en un verdadero circuito hídrico, mediante la incorporación de accesorios y equipamientos, cuyos efectos beneficiarán considerablemente la salud y el relax de quienes lo utilicen.

 

PISCINAS LUDICAS.

Hoy en día, las piscinas lúdicas (también llamadas piscinas activas, para diferenciarlas de las tradicionales de rehabilitación) proporcionan al usuario un momento de franco placer y relajación.

El tradicional jacuzzi sólo puede relajar y tonificar músculos desde la cintura para abajo en versiones modernas; ya no son bañeras individuales sino que permiten el acceso de dos o más personas simultáneamente y adoptan diferentes formas ergonómicas, agregando incluso tumbonas subacuáticas o una especie de cama dotada de una serie de jet y boquillas por las que se impulsa agua y aire, que permiten relajar también la espalda.

No obstante, existen muchos otros elementos que se pueden incorporar. No existe límite para la imaginación y la ingeniería moderna se hace cómplice de innovaciones permanentes y de ir acrecentando en forma constante la oferta de productos para anexar a una piscina lúdica o a un circuito hídrico.

Podemos hablar así de una contracorriente, que sirve para recrear una especie de río caudaloso y, como su nombre lo indica, también caminar contra la corriente para fortalecer miembros inferiores. Otra versión es el nado contra corriente.

En tanto, las grillas plantares producen un verdadero volcán de burbujas que sirven para relajar pies, empeines, tobillos y pantorrillas. Las toberas colocadas estratégicamente a 30, 60 y 90 cm. desde el fondo de la piscina ayudan a combatir la celulitis y a estimular la circulación periférica.

Como comentamos anteriormente las camas de burbujas, reposeras o tumbonas subacuáticas con jets  y sopladores de diferentes diseños e intensidades permiten masajear desde la cervical hasta los pies.

Y para descontracturar los músculos de la espalda, hombros y cintura, los llamados cuellos de cisne, proyectores o cañones, con diferentes tipos de orificios de salida, aplican poco caudal de agua con mucha presión, lo que provoca un potente efecto. Mientras que las cascadas o láminas de agua, tanto de pared como de playa (las de pie que se instalan en los bordes de las piscinas), con mucho caudal y poca presión proporcionan la caricia necesaria para terminar la tarea del total relax.

 

MULTIPLES OPCIONES.

¿Es necesario tener una piscina de grande proporciones para tener una piscina lúdica? La respuesta es que no; el secreto está en saber diseñar el espacio para optimizar su uso.

¿Qué otros equipamientos debo tener en cuenta para un circuito hídrico? Es fundamental dotar a las piscinas de filtros o algún sistema de desinfección para mantener la calidad y sanidad del agua, además de climatizar o temperar el agua –si no es agua termal–,  para que su temperatura oscile entre los 33 y 36° C.

Otra sugerencia es que, dadas las diferencias climáticas que se producen en nuestro país durante las estaciones del año, conviene que las piscinas lúdicas estén en lugares cubiertos para evitar que los vapores que emanan deterioren las demás instalaciones del spa, además de contar con un sistema de aireación y purificación del aire.

La luz natural y la iluminación tanto como la climatización y ambientación mediante música y aromas contribuirán también a lograr estos efectos.

El circuito hídrico se complementará con senderos de marcha, donde a través de los más variados diseños en minipiscinas y pasillos flebotónicos se pueden lograr efectos de tonificación y relajación de pies y piernas. En este tipo de instalaciones se destaca la aplicación del agua mediante chorros de distinto grosor y presión, duchas,  contrastes térmicos y diferentes superficies que constituyen las bases por donde se camina, provocando un efecto de digitopuntura plantar que permite estimular los centros nerviosos de la planta del pie.

 

 

FUENTE: de-la-piscina-climatizada-al-circuito-hidrico

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